Ian Bostridge[...] Claro que a veces la invasión de aire proveniente de África convierte las suaves temperaturas en tórridas y el ambiente en un claustro en sofocante, tan sofocante que al acabar el concierto se acoge con alivio el "fresco" de la calle mientras los termómetros marcan 30ºC. Exactamente esa era la situación en Girona el pasado domingo 5 de julio y ya me perdonarán que hable del tiempo pero si estamos aquí para comentar la actuación de tres músicos esa noche me parece de justicia ponerla en contexto; si para el público tranquilamente sentado en sus localidades el calor era agobiante en el escenario debía de ser insufrible, y eso expresaban las caras [...]
 
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